Sirve para ultimar el diseño de las instalaciones solares que se levantarán en explotaciones agropecuarias de nueve municipios isleños
Murcia, 2024-08-11
Fundación Desarrollo Sostenible (FDS) está estos días de nuevo en visita de trabajo en Cuba, para ultimar el diseño de instalaciones de aprovechamiento de energía solar en explotaciones agropecuarias de la isla.
El presidente de la entidad, Emilio Ballester, se ha trasladado al país caribeño para visitar las localizaciones en las que se levantarán estos equipamientos, en cuya construcción FDS atesora una larga experiencia que ahora está compartiendo con los profesionales locales.
Estas visitas sirven para cuantificar las necesidades energéticas y los costes de la aplicación de energías renovables adaptados a cada espacio y objetivos de la explotación. Con esta información, ya se podrá comenzar el diseño de las instalaciones de aprovechamiento de energías renovables que puedan dar un nuevo impulso a las sociedades que viven del sector primario en Cuba.
Este trabajo se enmarca en el ‘Programa de Apoyo a una Agricultura Sostenible’ (PAAS) de la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (Actaf), en el que participan nueve municipios isleños, y que se lleva adelante con la colaboración de otras tres entidades regionales, que son la Fundación Tierra Integral, la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y la Universidad de Murcia (UMU).
El proyecto PAAS tiene dos vertientes, la agrícola y la ganadera, y se basa en productos orgánicos, como frutas, hortalizas, oleaginosas, yuca, ganado menor, pollo de ceba y miel de abejas.
En todos los procesos se plantea la mejora de la transformación de productos y subproductos y la incorporación de sistemas de energía renovable -en este caso, energía solar abundante en la isla-, para la generación de aire caliente, electricidad y frío. Todo ello, desde la perspectiva del desarrollo local de base territorial y para que sirva como ejemplo demostrativo de las posibilidades de estas acciones replicables en cualquier lugar de la geografía cubana.
El trabajo incluye situaciones muy diversas. Así, la agricultura puede abarcar desde la producción de grano y la fabricación de harina hasta la transformación, donde el vegetal se deseca y envasa para su transporte y su uso como alimento de animales. En la desecación, se dan procesos de impulso de aire caliente a través de tubos, cuyo flujo hay que conocer, mientras que en otros lugares hacen falta bombas para la extracción de agua de los pozos. Los diversos cultivos -yuca, arroz, o mango y otros frutales- presentan diferentes necesidades, y la gestión será distinta en las zonas abandonadas que se quieren poner en cultivo.
En las granjas ganaderas, por su parte, hace falta electricidad para la automatización de la extracción de leche, calor para su desinfección y su transformación, y en casos de producción de yogur, queso y otros derivados, frío para su conservación y transporte.
Cabra murciano-granadina
Curiosamente, esta vertiente de la iniciativa contempla la innovación en la mejora de la sostenibilidad en la producción y transformación de alimentos derivados de la cabra murciano-granadina, de la que ya hay 40 ejemplares en algunas granjas próximas a La Habana. Ocurre que este animal ofrece una mayor competitividad frente a las cabras locales al rendir una mayor producción de leche y poder permanecer estabulado. En esta visita, Ballester ha podido conocer el queso artesanal elaborado con la leche de esta cabra murciano-granadina comercializado con el nombre de ‘Kbrito’, marca del productor local Alberto Brito.
En anteriores viajes, Ballester ha firmado el acuerdo de colaboración y ha expuesto las características de la iniciativa. Junto con el resto del equipo, han seleccionado los mejores lugares para las instalaciones y ha recabado todos los datos posibles en base a los cuales poder realizar los diseños adaptados a las distintas situaciones y peculiaridades, repasando sus condicionantes. Además, se elaboró una detallada planificación de la visita a los proyectos para cada actividad industrial, que se está realizando finalmente estos días de una forma ágil y eficiente.
El aprovechamiento de energía solar se erige como la gran solución tecnológica para asegurar la supervivencia de una buena parte de las explotaciones agropecuarias vitales para el país. En la actualidad, la existencia de instalaciones solares de este tipo es mínima, por lo que la colaboración y el conocimiento que exporta FDS resulta sustancial.
Este proyecto se orienta a fortalecer las capacidades en los municipios para la definición, planificación e implementación de estrategias de desarrollo local, fomentar el aumento de la producción agrícola sostenible y generación de energía renovable mediante soluciones locales, y disminuir el déficit habitacional, aumentando la eficacia de la administración de la vivienda y promoción de nuevas formas de producción.
En este sentido, desde el proyecto PAAS se anima a que esta relación no se circunscriba sólo a los aspectos tecnológicos, y que contemple la conveniencia de crear conciencia de la necesidad de la transición energética y ecológica, así como el intercambio en aspectos tan importantes como el tratamiento de agua de uso y residual, economía circular, movilidad sostenible, ahorro y eficiencia energética y la introducción del concepto de Comunidades Energéticas y sus posibilidades de empoderamiento social y ciudadano.
FDS ha desarrollado diversas propuestas de colaboración para la incorporación de sistemas de energía renovable en diferentes países hispanoamericanos y del África Subsahariana. Su colaboración en este proyecto se enmarca, además, en las acciones de Cooperación al Desarrollo que lleva realizando desde hace años.
